domingo, febrero 17, 2008

Yo-ho-ho Y los corsarios de mar de sangre.

"Fifteen men on a dead man's chest, Yo-ho-ho, and a bottle of rum!" Quien sea que haya visto "Los Piratas del Caribe" puede que reconozca la frase "Dead man's chest", pues así fue como se llamó la 2a película de esta trilogia. Sin embargo, la canción es de uno de mis libros favoritos y que seguro estoy, uno de los más conocidos en el mundo entero, "The Treasure Island" del genial Robert Louis B. Stevenson.





Cuando lo leí de niño, quedé fascinado con el mundo de los Piratas. Siempre quise ir al "Admiral Belbow" donde Jim conoce al terrible "Billy Bones" y a su perseguidor el ciego "Black Dog" cuyo nombre causa terror, y que sirve como preludio a la gran aventura que le espera después de haber encontrado el "mapa de un tesoro" en el cofre que Bones tenía en su habitación. La historia te lleva en su viaje por las aguas oceánas donde la aventura y el peligro, son parte vital de la trama y bajo la orden del temible John Long alías "Barbacue" con su pata de palo y un loro en su hombro que no deja de gritar vitupería y media, las horas de angustia se incrementan y más cuando su flotilla de piratas desalmados y sedientos de riqueza le hechan la "Mancha Negra".
Gracias a los personajes que conocemos en obras literarias y ahora cinematográficas como Jack Sparrow y sus colegas, la imagen pirata de Hollywood es de un líder seductor y leal a sus hombres, ladino y feroz, cruel con sus enemigos. ¿Pero qué tan reales son esos Piratas? ¿O la realidad no fue así?
Empecemos por definir a estos lobos de mar. Los "piratas" eran aquellos bandidos que atacaban barcos y puertos con el fin de apoderarse de un buen tesoro. También tenemos a los "filibusteros" que al igual que los "corsarios", eran aventureros exclusivos del Caribe, sólo que los Corsarios actuaban bajo el liderazgo de la corona, ya inglesa, ya francesa u otra. Y por último, tenemos a los "bucaneros" quienes azaban y cazaban reses y cerdos salvajes que luego ahumaban y vendían a navegantes. Su nombre proviene de la palabra indígena "bucan" con el que denominaban al asador donde cocinaban.

Los piratas tienen ya bastante tiempo en nuestro mundo. Desde tiempos antiguos ya existían, pero no fue sino hasta después del descubrimiento de Amércia, que se dio el mayor número de atracos piratas. Obviamente, las nuevas tierras representaban un gran botín, además existían intereses políticos, ya por las coronas enemigas a la española, de ver que su nueva entrada de riquezas se viera estropeada. Y así duraron hasta el siglo XVIII cuando ya existían diferentes medios de seguridad y leyes.

Eran seres desalmados que no dudaban en asesinar ni pisotear al desamparado con tal de salirse con la suya. Por ejemplo, Henry Morgan en 1668 utilizó a monjas y sacerdotes como escudos humanos, para hacerse de Portobelo. Otro ejemplo podría ser Jean David Nau, apodado el Olonés, por ser oriundo de Sable d'Olonne, Francia, quién podía degollar por mera diversión, y así vamos hasta los casos extremos en los que llegaban a asar a sus víctimas, aterrar a sus presas con fuegos en los cabellos, como Edward Teach alías "Barba Negra".



Jean-David Nau L'Olonnais


Ellos surcaban los mares del caribe no en esos enormes buques que aparecen en las películas, sino en barcos mucho más pequeños y ligeros (llamados Balandras) que les servían para un buen escape. Tampoco atacaban barcos y se enfrentaban a sus presas en peleas cuerpo a cuerpo, no arriesgarían el pellejo así, pues podrían ser capturados con facilidad y eso significaría, "la muerte" por ejecución. Ellos preferían atacar armados hasta los dientes, es decir con mas de dos pistolas cargadas, mosquetes (que servían para el ataque a distancia), machetes, espadas, dagas y hasta hachas. Y en caso de derrota, escapaban.



Francis Drake. Atacaba Naves españolas y fue el corsario más importante de la época.



Se cuenta que los piratas, y marineros en general, consideraban a la mujer como ave de mal agüero en la embarcación. Pero, en realidad no fue así, pues algunos piratas, sí, ¡fueron mujeres! Esa idea entre los lobos del mar, no era tan negativa. Los piratas tenían mucho contacto con mujeres, sobre todo en los puertos. Es algo lógico, hasta cierto punto el no quererlas a bordo. Imagínense a una teibolera en una celda con 15 ó 20 criminales, ¡¡pobre mujer!! Por esa misma razón no era común llevar mujeres a bordo. Sin embargo las hubo dedicadas al filibusterismo. Tenemos a Elizabeth Shirland, en un principio relacionada con los corsarios isabelinos Raleigh y Drake, y mejor conocida como "Machete Liz". Grace O'Mally fue lider de tres galeras y 200 hombres en el Atlántico. Aunque entre las más famosas estaban Anne Bonny y Mary Read quienes eran parte de las huestes de John "Calico" Jack, y quienes enaltecieron la fama de éste. Esta tripulación fue capturada en 1720 y ellas se salvaron gracias al avanzado estado de su embarazos.


Henry Morgan. Unos de los corsarios que saqueó las costas de Campeche.

Los piratas en realidad no tenían patas de palo, y tampoco es problable que tuvieran garfios como "Captain Hook" en Peter Pan. Las pérdidas de miembros eran indemnizadas dependiendo la parte afectada. Por ejemplo si perdían el brazo derecho se pagaban 600 piezas de oro, por el izquierdo, sólo 500, ya que la mayoría eran diestros, de no serlo se invertía el orden. También tenían una gran organización a pesar de ser una comunidad muy cosmopolita. De hecho la más importante de todas era la "Cofradía de los Hermanos de la Costa" formada en 1620 en la isla Tortuga, y disuelta en 1700. A ésto, le debemos aunar que los piratas no olían a rosas exactamente. Pasaban mucho tiempo en alta mar y no había suficiente agua como para darse un duchazo, y si contamos la dieta basada en Ron, su bebida favrorita, -sobre todo antillano- podríamos decir que la mitad de su vida se la pasaban hasta las manitas.


Bartolomé el Portugues. Atacó el puerto de Campeche en el siglo XVII.


No podemos dejar de mencionar que nuestros tesoros también llamaron la atención de estos personajes. Así que estos fascinerosos marinos atacaron nuestro territorio por mar y tierra y para defensa de nuestros puertos se crearon fortalezas como San Juan de Ulúa en Veracruz y la de Campeche, entre otras. Uno de los casos más sonados fue el atraco por el francés Jean Fleury al interceptar dos carabelas procedentes del la Nueva España y botín al que se le llamó "el tesoro de Moctezuma" y consistía en cientos de kilos de oro, plata, perlas, esmeraldas y topacios.

San Juan de Ulúa.

Podría seguir hablando de estos interesantes personajes, pues los hay por puñados. Creo que es suficiente para darse una idea de cómo eran en realidad. Y ahora sí que cualquier parecido es mera casualidad.