jueves, mayo 25, 2006

Mujeres, "El sexo débil" con temple de acero.

"Queremos que no nos obliguen a casarnos con el que no queremos.
Queremos tener los hijos que queramos y podamos cuidar.
Queremos derecho a tener cargo en la comunidad.
Queremos derecho a decir nuestra palabra y que se respete.
Queremos derecho a estudiar y hasta de ser choferes".
Tzotziles, Larráinzar, Chiapas.
Así hablan muchas mujeres en tan sólo un pequeño espacio, Chiapas; que ya en chol, tzeltal, tzotzil, tojolabal, mam, zoque, castilla, junto con las demás mujeres en el mundo, en cualquiera otra lengua o dialecto, levantan una misma voz. La voz que clama ser vista como un igual, ante padres, hermanos y gente en general, una voz que pide derechos, una voz que se desagarra al volverse un tiple lívido y semi escuchado...
¿Pero siempre fue así?
A través de la historia de nuestro planeta, han existido mujeres que con acciones han demostrado al mundo que son fieles guerreras, las más veces, de mucho más valor heróico que su contraparte masculina. Ya imaginarios, ya reales, son innumerables los actos de valor de las mujeres. Aquí sólo mencionaré algunos.
Como antípoda a la idea griega respecto a la mujer, es decir inferior a causa de la debilidad física, las "Amazonas", o como Homero las llama en la "Iliada"; "antianeira" (anti-hombre), eran el azote de los hombres. Expertas guerreras diestras en el uso del arco, la jabalina, espada y hachas, hicieron un imperio femenino. Se dice que se mutilaban el seno derecho para facilitar el uso de las armas en combate. De ahí viene uno de los posibles orígenes de su nombre; a-mazona, literalmente "sin seno". Se dice que atacaban aldeas y forzaban a los hombres a copular con ellas en la oscuridad de la noche, la cual cubría el rostro de esos hombres-víctimas. Las criaturas nacidas varones eran las más veces sacrificados, los que eran "perdonados"; y los que como esclavos mantenían, estropeábanles las rodillas y evitaban así se volvíeran guerreros.
Los romanos reportaban que Vercingétorix, el lider de los Galos, dirigía ejércitos de hombres y mujeres, estás causaban gran espanto con la algaraza del paroxismo guerrero, rojas sus cabelleras y pintados sus cuerpos. La cultura celta las tenía en buena estima. Se conoce a una mujer que se considera la Vercingétorix inglesa, "Boadicea" cuyas dos hijas adolecentes habían sido violadas por las legiones romanas en Gran Bretaña y cobrar venganza tenía como causa. Costóles esta ignominiosa afrenta dos años de intensa guerra. Su estatua (de Thomas Thornycroft), sigue protegiendo a los transeúntes de las calles londinenses.
Así podría seguir, ¿más ejemplos?, Juana de Arco que decía tenía una misión divina, la cual era dirigir a su nación y llevar al "Dauphin" al trono. Mujeres que participaron en la segunda guerra mundial. La comandante zapatista Ramona, que decidió unirse a este movimiento, como muchas otras mujeres, para garantizarse una vida con menos penumbres, etc.
Pero quiero dedicar las líneas finales a las mujeres en el México prehispánico.
Las mujeres en Mesoamérica tenían un lugar importante, debido a algo con el que el hombre jamás va a poder competir, y lo resumiré con un sólo verbo, "parir". Las mujeres embarazadas eran tan importantes como la clase guerrera. Y cómo no considerarlas así, ante tan incomparable misión. Ellos creían que el vientre era el "Mictlán" o lugar de los muertos; es decir, un lugar sagrado. Las mujeres que morían durante el parto se iban al paraíso junto al sol, y los más aventurados guerreros, quienes en vida se peleaban por mutilar la mano de alguna mujer muerta durante el parto, pues éste les daría buena suerte en las campañas de guerra, las acompañaban en su camino al sol. La mujer en Mesoamérica, no sólo representó una fuente de vida, sino también una ayuda a la producción y educación de sus "piltontlis". Las hubo dirigentes, especialmente en la zona maya, como Zac Kuk, madre de Pacal, uno de los más afamados dirigentes mayas, Na K'abal Xok esposa de Escudo Jaguar, entre muchas otras. Importantes en la vida común como en las clases dirigentes, las mujeres en mesoamérica eran de suma importancia.
Dintél 17 de Yaxchilán, señora Balam de Ix Witz.
Muchas cosas no cambiaron durante la "Colonia", la mujer se encargaba de educar y llevar a cabo las labores del hogar. También hubo mujeres casicas y algunas de gran poder económico.
Así concluyo que las mujeres no deben considerarse de "sexo débil", pues tienen mucho más o igual valor que el hombre "macho y poderoso" . Ésto se puede comprobar con el simple hecho de que ellas se sentirán ofendidas al llamárseles así.
Una mujer que expresa sus ideas y demanda igualdad y derechos, que pide imperiosamente no ser considerada un objeto, como lo hacen las mujeres en Chiapas, es una reflejo de todas esas mujeres guerreras en el mundo, que a lo largo de los anales de la historia han dado su vida al luchar por una causa; ser tomadas en cuenta y con equidad.
Fuente: "Arqueologia", "Historia, À la lumière du passé le présent s'éclaire", Elena Poniatowska "El feminismo indígena contemporáneo."

viernes, mayo 12, 2006

Playa Azul

El pasado puente del 1º de mayo, decidí visitar un lugar que no tiene mucha difusión en el país. Y creo ésto, ya que a las personas a quienes les he contado sobre mi viaje, no conocen o jamás habían escuchado sobre este lugar.
Playa azul se encuentra en Michoacán, en el municipio de Lázaro Cárdenas. Hay dos rutas alternas, ya sea por Michoacán o ya por Guerrero.
Si se toma la vía hacia el Michoacán, se va uno hacia Morelia, de ahí a Pátzcuaro y de ahí a Lázaro Cárdenas. La autopista está en buenas condiciones y ofrece diferentes paisajes, ya boscosos, ya semi áridos, por ende también el clima varia según el punto donde se encuentre uno. Se disfruta del viaje sobremanera. Perdón, los pasajeros lo disfrutan, el que conduce... no tanto.
Si se toma la ruta hacia Guerrero, se va uno a Acapulco y de ahí hacia Zihuatanejo-Ixtapa y a Lázaro 122 km más adelante. Esta última opción oferece una panorámica más ad hoc, es decir, llega un punto en el viaje donde se conduce a un costado del gran océano, lo cual causa mucha emoción, pues uno empieza a quasi disfrutar de los placeres del mar, ya sea el oleaje de éste o el sonido que produce, su olor... Y por supuesto el clima caliente de la costa. Olvidaba decir, que esta ruta también implica un gasto mayor. Tan sólo 600 pesos de Méx a Aca.
De ahí a Zihuatanejo son unas 5 hrs. de carretera libre.
Mi viaje a Playa Azul fue en condiciones aparentemente adversas. El viaje, como muchos otros viajes que he hecho, brotó de una conversación de 5 min. No había reservaciones de ningún tipo, ni idea alguna sobre dónde llegar, qué esperar y hacia dónde partir. Todo éso creó una atmósfera de plena aventura hacia lo desconocido. Partí pues, el sábado a las 20 hrs después de una acalorada discusión sobre qué ruta elejir. Debido a la ubicación donde me encontraba, se votó por la vía Méx-Aca. El viaje fue nocturno, sin preocupaciones de ninguna índole, música de fondo, una charla amena... De penumbras cubierta la carretera, sonidos de insectos y uno que otro auto como compañía extra.
Llegábamos a Acapulco a la una de la mañana, sin accidentes ni cortapisa alguna. Una vez allá, tomamos el camino a Zihuatanejo. Gran sorpresa me causó ver que faltaban hartas horas más. ¡¡En fin!! Como a las 3 de la mañana, nos detuvimos en un pueblo perdido, tardamos unos 40 min en encontrar dónde hospedarse. A la mañana siguiente la imperiosa necesidad de un buen baño se vio medio frustrada al descubrir que no había shampú, sólo un triste jabón (en mis viajes es común vivir este tipo de anomalias). Así que con gran desilución tomé un baño de agua fría, no había opción, y me bañé como pude. Semi refrescados por el agua, continuamos el viaje. Nos detuvimos en el camino a comer algo, (ahí fue donde tomé la foto de arriba). Es para recordarse el manejar por un buen tramo junto al mar y su eterno sonido causa del vaivén de las olas.
Unas horas después, llegábamos a Lázaro Cárdenas. Una vez allá, sólo era menester indagar cómo llegar a Playa Azul.
Después de dos intentos infructuosos, finalmente supimos cómo.
Playa Azul es una de las tantas playas que se pueden disfrutar en Lázaro Cárdenas, todas bañadas por el agua fría del Océano Pacífico.
La playa estaba practicamente desierta, sólo unas cuantas familias dispersas, algunos piltoncles corriendo y chapoteando en las aguas frías aquí y allá.
Con los cabellos hirsutos, un traje de baño viejo y las hartas ganas de estar en la playa, me dirigí a ella. No me sumergí en las no tan azules aguas debido a su temperatura.
Fue relajante caminar en la arena, mojarse en el mar, comer en la playa y asolearse un poco. Tenía ya mucho tienpo sin visitar una playa.
Fue difícil despedirse de este lugar que nos entretuvo, dio de comer, y relajó.
El regreso tomó una ruta diferente, en esta vez, conducimos a Morelia.
Verdaderamente es una pena que la gente sólo visite lugares más populares, como Acapulco
Valle de Bravo, etcétera. Michoacán tiene todo tipo de lugares, ya sean coloniales, playas, bosques. La falta de información y el poco interés por viajar y conocer lugares nuevos, impiden que sitios como Playa Azul sean aprovechados por nosotros. Aunque por otro lado, es una buena forma de que se mantengan en buen estado.
Si tienen dinero y tiempo visiten Playa Azul no se van a arrepentir.