sábado, abril 14, 2012

Imágenes

Esta vez no fue necesario ir a algún lugar lejano para captar algunas escenas de la naturaleza que nos rodea, sino sólo bastó un paseo en bicicleta.




Ya hace un par de años adquirí una casa en Zumpango de Ocampo, en el Estado de México, y a pesar de estar a una hora del D.F (sin tránsito claro) se puede decir que está relativamente cerca.La unidad donde se encuentra casa está rodeada de largas extenciones de sembradíos y áreas inhabitadas lo cual invita a la aventura.


Ya en tres ocasiones me aventuré en bici a recorrer estos lugares y presento imágenes de lo que he visto. Las imágenes son basicamente de flora e insectos.
Desde algunos nopales con tunas hasta flores y uno que otro animalejo desconocido, al menos para nosotros citadinos jeje.





Flores en solitario.



O en compañía de otras flores, como las del "Principito".




Arañas coloridas. Sus patas son rojas y esos amarillos del cuerpo son geniales. Le dan mucha vida. Y sí ¡lo sé! Estoy hablando de una araña.



Lo más emocionante fue encontrarme con estas aves. Había muchos colibríes revoloteando en los alrededores. En verdad fue algo inesperado pues pensé que habitaban por estos lares.



Fue una verdadera lástima que se encontrara del otro lado de la reja y aunque traté de hacerla "invisible" aún se ve.







La última vez que fui me encotré con un grupo de ovejas y su pastor el cual me pidió que no le tomara fotos a sus animales por que ¡me podía robar su color! Lo que quiso decir es que al tomarle la foto ya quedan identificadas para un futuro robo. Al menos eso entendí. Por eso la tomé en blanco y negro y así nada se puede identificar del color.


Y aunque parezca insignificante muchas veces estas cosas nos recuerdan lo que alguna vez fue todo México de lo que ahora sólo el recuerdo queda pero por fortuna aún hay algunos lugares que se mantienen lejos de la destrucción total o parcial de la mano del hombre.


martes, abril 03, 2012

La Puebla 2a Pt.


Ya entrada la tarde el destino más lógico era la bellísima Catedral de Puebla, que es considerada una de las mejores representantes de la arquitectura religiosa en nuestro país. Aunque a mi gusto la de Morelia y por supuesto la del D.F. son mucho mas suntuosas y bellas que la de Puebla. El atrio enorme que se recorre antes de la entrada principal se llena de viajeros que se toman fotos ya individuales ya grupales para dejarlas como testimonio del paseo a este lugar.


De una edificación de adobe y paja a lo que hoy se admira hubo 300 años de arduo trabajo de por medio. Fue en el año de 1539 cuando se inició este bello edificio con la mano de obra de los trabajadores indígenas de Calpan. El imponente edificio de estilo neoclásico tiene planta de cruz latina así como una división en 5 naves, de las cuales dos son ocupadas por las capillas externas, dos son procesionales y una central.
Una de las mentes creativas involucradas en la arquitectura del edificio fue ni más ni menos que el mismísimo Manuel Tolsá cuyo trabajo se puede ver en el altar central de bronce y mármol llamado "El Baldaquino" que como dato curioso debajo de su soberbio porte se encuentran los restos de los 21 obispos de Puebla.


Al recorrer sus pasillos laterales se encuentra uno rodeado de retablos, pinturas, uno sólo se asombra de su sillería de estilo mudéjar en el coro, candiles de hasta 300 kilos, las rejas y portones que asombrosamente no tienen ni un sólo clavo, tres órganos, uno de 400 años de antigüedad hecho de madera de cedro y de estilo barroco, otro más pequeño y el más moderno y monumental que fue traido de Alemania en 1951 y un sin fin de cosas más que admirar. Sin duda una obra de ingeniería y arquitectura que refleja sobremanera el auge que algún día vivió la Ciudad de Puebla.


Pues todo eso parece demasiado para un día y tal vez lo es. Hay tantas cosas que ver en Puebla que en realidad ese paseo es corto. Así que para descansar no hubo mejor cosa que ir a una churrería en uno de los tantos restaurantes de la Plaza Mayor.


Y para cerrar bien la noche un recorrido nocturno en donde un grupo de actores representan algunas de las leyendas más famosas de la Ciudad de Puebla. Es muy interesante caminar por sus calles ya oscuras y desiertas aunque es muy cansado también especialmente después de un largo día como ese sábado.


El domingo y último día se dedicó a visitar lo que faltó, bueno faltó es un decir. Uno de los edificios que se reservaron para el domingo fue El Templo de la Compañía. Este templo es famoso por un personaje que fue enterrado en sus muros. Es un templo de origen jesuita edificado en los siglos XVI y XVII. Su fachada es blanca de cantera y tiene dos cuerpos, el primero tiene un pórtico con tres vanos al frente, pilastras tableradas, tableros, nichos y algunos motivos vegetales.


 En su interior el altar principal lleva el Sagrado Corazón de Jesús, y tiene esculturas de los 12 apóstoles elaborados en lo que pareciera piedra y sin embargo el guía que nos recibió nos dijo que todo estaba hecho en madera.
En una capilla a un costado del altar principal, casi como si hubiera sido abandonada a pesar de ser una de las mujeres más famosas del país, se encuentra una placa con el nombre de Catarina de San Juan quien pasó a la historia mejor conocida como la China Poblana.


Hay varias leyendas sobre esta mujer y aunque difieren en muchas cosas todas dejan en claro que la China Poblana no era ni china ni poblana. Al parecer era una mujer de la India que de niña fue vendida como esclava a una familia de Puebla. Con el tiempo pudo comprar su libertad y se quedó como huésped en este templo hasta que murió como a los 80 años de edad. En la época de Catarina era común llamar "Chinas" a las "muchachas" que servían como sirvientas y bueno pues el nombre se le quedó.


Aún hay muchos otros lugares por recorrer en la misma ciudad, pero pues ya quedan en lista de espera para la próxima visita a la Puebla de Zaragoza.




Agradezco la compañía de mi amiga Mary Reyes y también a su incansable gusto por la cultura.