domingo, junio 29, 2008

México D.F., bajo el manto de *Tezcatlipoca.

...Y el recorrido nos lleva ahora a otros de los monumentos y palacios de igual tamaño e importancia en la ciudad.

El Monumento a la Revolución:


Esta estructura fue idea de Don Porfi Díaz, quien la había destinado a ser el Palacio Legislativo. Adamo Boari, el mismo arquitecto de Bellas Artes y el Palacio de Correos, fue uno de los participantes en el proyecto en 1897. Pero nada se hizo hasta 1910, cuando el arquitecto Emile Bernard tomó la batuta del proyecto, sólo que con la guerra de Revolución, todo trabajo se detuvo a falta de dinero. Después de algunos años de abandono, se pensó en demoler la estructura ya hecha, pero el arquitecto Carlos Obregón Santacilia propusó la idea de crear un monumento a la recién terminada guerra revolucionaria.



Así que de 1933 al 38 se levantó lo que ahora conocemos como Monumento a la Revolución, y desde entonces se ha vuelto uno de los puntos de reunión, además del ángel, de protestantes, espectadores y muy recientemente, de fascinerosos que gustan echar carreras con sus autos.

De estilo Art Deco, muy de moda en aquella época, se levanta el monumento. Las pechinas de la cúpula de cobre son un ejemplo muy claro de este movimiento artístico, y representan a la Independencia, Las Leyes de Reforma, Las Leyes Agrarias y Las Leyes Obreras, al igual que las lámparas que se encuentran a su alrededor. Y como el Ángel, también funciona como mausoleo. En él se encuentran los restos de Francisco I. Madero, Venustiano Carranza, mi héroe Francisco Villa, Plutarco Elías Calles, y Lázaro Cárdenas, todos importantes personajes de la Revolución. También hay un mirador, aunque no sé si aún siga abierto al público. Es el lugar donde se lleva a cabo uno de los espectáculos de música tecno más importante del país, el Tecnogeist. No que me interese ese tipo de música ¿verdad?


En el sótano del monumento se encuentra un museo con 7 salas y mucha información sobre la revolución.




Las salas van desde un poco antes de las "Leyes de Reforma" hasta el movimiento de la Revolución con todos sus personajes. Hay objetos de la época y pinturas al oleo de los grandes personajes, en su mayoría presidentes. También hay objetos de mi héroe favorito Pancho Villa, y una amaca con auténtica sangre villista. Vale la pena echar un vistazo, la entrada cuesta 14 pesos. El monumento a la Revolución, es un espacio cultural muy importante en nuestra ciudad y como tal hay que conservarlo y no estaría mal que impidiran que se junte la gente non grata y corrompa el aura histórica del lugar.


Palacio de Bellas Artes:

Este bello Palacio es la casa de los movimientos artísticos más importantes de la Ciudad y el país. Artistas de toda índole y nacionalidad se presentan en su escenario. La construcción del Palacio se generó cuando Porfirio Díaz decidió acabar con el antiguo Teatro Nacional y construir uno nuevo en el predio donde se encuentra el Palacio hoy en día. En 1904 el arquitecto italiano Boari, ya lo mencioné anterormente, fue el encargado de la construcción, pero a falta de conociemiento de diferentes tipos de terreno el peso de la obra causó un hundimiento inesperado y tuvo que ser detenida. Otra razón fue el estallido de la guerra de Revolución. La obra se retomó en 1932. Boari ya no se encontraba en el país, salió de él en 1916, así que el arquitecto a cargo del proyecto fue el mexicano Federico Mariscal. Federico siguió los lineamientos que Boari había establecido en el plano del Palacio, aunque también incorporó los de sus propia creación. Se ignauguró en septiembre de 1934.




Dentro de los atractivos del Palacio se encuentran los murales en su interior de artistas del tamaño de Rivera, Orozco, Siqueiros, Camarena, Tamayo, Montenegro y Rodríguez Lozano. En relación al conjunto arquitectónico sobresalen los grupos escultóricos relacionados a las artes, como los mascarones con las 4 artes, a lo mexicano, y en el interior el vitral dedicado a Apolo, y a las 7 musas y la cortina de cristal que se levanta con cada inicio de un espectáculo. Verdaderamente una joya invaluable de nuentra cuidad.

Catedral Metropolitana:

Sin duda alguna el recinto religioso más importante de la ciudad, al igual que la Basílica de Guadalupe y uno de los que mayor historia tienen. La primera Iglesia Mayor y Catedral, se mandó a construir en 1524 por el conquistador Hernán Cortés, edificio al cual se le dio la dignidad de Catedral en 1547 y cuyo obispo fue ni más ni menos que el buen Fray Juan de Zumárrga. La primera piedra de la segunda y actual Catedral fue colocada en 1573 por D. Pedro Moya, tercer arzobispo y el Virrey Martín Enríquez. La primera iglesia no se encontraba en el predio de la actual.


Ya que la actual Catedral estaba terminada, entre 1625 -26, se demolió la antigua y se empezaron a celebrar los oficios en la Sacristía de la nueva. El culto se pasó a la nueva Sacristía que por un tiempo resguardó a la imagen de la Virgen de Guadalupe (1629-1634). No fue sino hasta 1667 que se termina por completo la nueva Catedral, y entre 1792 y 1813 se termina el interior de la misma. Uno de los artistas más relevantes de la iglesia es el gran Manuel Tolsá quien le dio retoques neoclásicos, cambió la linternilla de la cúpula, colocó la balaustrada y realizó las esculturas de la Fe, la Esperanza y la Caridad que se pueden ver en la parte superior de la fachada principal.



Hablar de este recinto es muy complejo, y requeriría de una entrada completa, la cual muy probablemente aparezca por aquí. Cabe destacar que la actual iglesia se construyó sobre restos prehispánicos, los cuales han sido puestos al descubierto y se muestran al público en ciertas partes del atrio de la Catedral. Es una verdadera experiencia incomparable, el observar la grandiosidad de la iglesia, independientemente de su valor religioso. Visitar sus 14 capillas, admirar sus retablos y esculturas, y su imponente campanario, es algo que no se debe perder cualquier visitante de este monumento religioso.

Viajar por el D.F de noche es una experiencia por de más placentera. No hay mucha gente, los lugares se encuentran a la disposición de uno y las luces de sus lámparas o faros hacen que la belleza arquitectónica de sus facahadas sobresalga. La Ciudad de México siempre está dispuesta a ofrecer eso a todos lo que la quieran admirar.

2 comentarios:

Charis dijo...

Por fin!!! soy la primera en dejarte un coment.

Pues pienso... que si no crearás una entrada con tantos datos duros no serías tú. La verdad sólo conocía aspectos mínimos de estos lugares.

Nunca imaginé que la Catedral tuviera tantas capillas, he pasado tantas veces por ahí y no he prestado mucha atención. Creo que eso es común en la mayoría de los mexicanos, como la tenemos a la mano, no prestamos el mínimo interés.

Sin duda hoy aprendí algo nuevo... bueno ahora si fui linda, no me tuviste que insitir pa dejar un coment y leer tu entrada.

Saluti y bacci, ciao Oscarello.

Licery dijo...

Orale Osgard, como le haces para encontrar todo ese tipo de informacion, como siempre, esta publicacion me ha hecho reflexionar a cerca de lo mucho que hay que saber para entender el significado de una creacion artistica que al parecer solo es un monumento mas y ya!!!!

Prometo que comenzare a investigar un poco mas de cada cosa nueva que vea.

Saludos amiguito, y cuidate mucho, besos.