domingo, diciembre 31, 2006

Una ruta monástica 2a parte.

Ya cuando la conquista de México-Tenochtitlan había culminado y sido nombrado territorio de Carlos I de España (Carlos V de Alemania), los misioneros empezaron su camino evangelizador hacia el sur. A su paso destruyeron los "Teocallis" indígenas y con sus piedras levantaron templos. Estos recintos donde trabajaban los monjes dejan claro el uso de las ideas constructivas europeas como la verticalidad y los grandes espacios cubiertos, pero también hay rasgos prehispánicos en ellas demostrado por las grandes extensiones de los atrios o explanadas. Y por el hecho de que no sólo eran centros de evangelización o lugares de reunión, ya por su característica forma de fortaleza, también fueron centros militares que sin duda Cortés utilizó para lances de conquista a poblados y espiritual. Además, fueron de gran influencia dentro de la urbanística de los poblados conquistados. Los conventos y centros ceremoniales se encuentran por doquier. Tan sólo en el estado de Morelos (cuna de mi amigo Fish Out of Water) se encuentra la famosa "Ruta del Volcán" que en once diferentes puntos (Cuernavaca, Tepoztlán, Oaxtepec, Tlayacapan, Totolapan, Atlatlahuacan, Yecapixtla, Ocuituco, Tetela del Volcán, Hueyapan y Zacualpan de Amilpas) al rededor de Don "Goyo", se pueden visitar dicho número de conventos considerados Patromonio mundial. Es muy fácil llegar a ellos puesto que hay señalizaciones por todos lados. Por el espacio de éste mi blog, no podré hablar de todos. Sólo mencionaré algunos de ellos.
TLAYACAPAN: Fue construido por agustinos entre 1554 y 1572. Lo interesante de este recinto es el museo que se encuentra en su interior, en el cual se pueden ver objetos arqueológicos y coloniales al igual que un pequeño número de momias en una sala dedicada a los cultos funebres del virreynato.
Tiene una combinación de elementos góticos y renacentistas. Su fachada muestra la verticalidad de la que ya hablé. Sus contrafuertes y muros con almenas dejan claro su función de fortaleza.

Totolapan:
1533 y 1536 fueron los años de construcción de esta abadía de origen agustino. Aún se encuentran frailes franciscanos en su claustro que sigue en uso. En su interior enfrente de la ventana coral, se puede ver un órgano que es original. Una interesante leyenda cuenta que un campesino llegó un día con una escultura de Cristo. Los monjes se sorprendieron al querer preguntarle en cuánto la vendería pues aquel hombre había desaparecido. Concluyeron que había sido un ángel. La estatua se encuentra ahora en el Templo de San Francisco en la calle de Madero.
Atlatlahuacan:
El templo en este lugar sobresale del pueblo por su altura. Se cree que fue construido sobre una plataforma prehispánica. Su atrio está rodeado de árboles. Algo extraño en esa región.
Yecapixtla: Este lugar debe ser más conocido por su suculenta cecina más que por el convento que se encuentra ahí. Lo que llama la atención de este recinto es su rosetón gótico al frente de la fachada principal. En su interior se puede encontrar un púlpito de piedra tallado por manos harto duchas. También es importante mencionar que en su fachada se puede apreciar un estilo que es muy característico en las construcciones religiosas de esos tiempos; "el estilo tequitqui". Si alguna vez has ido a cualquier museo en México que tenga esculturas prehispánicas, te habrás dado cuenta que todas ellas son zoomorfas y antropomorfas. Los españoles aportaron la idea griega del cuerpo, pero los antiguos mexicanos no eran duchos en esculpir figuras humanas perfectas, por eso los cuerpos son toscos y las más veces desproporcionados. Ésta es la característica principal de este estilo.
Ocuituco:
En este lugar se encuentra el templo más antiguo de toda la ruta pues por haber sido fundado en 1533 se convierte en el primero en América, aunque con el tiempo se ha ido modificando. Fray Juan de Zumárraga, arzobispo novohispano, hizo sus primeras encomiendas en este lugar. Se encuentran seis leones labrados por diestros canteros indígenas del siglo XVI, así como dos sirenas elaboradas por artistas indígenas, dos a la entrada del atrio y otras dos cerca del claustro.
Tetela del Volcán:
Tetela viene de "tetetla" que significa "Lugar donde abundan las piedras" y fue visitado por Hernán Cortés en 1521. El magnifico estado de conservación de la techumbre, hace que su madera resalte como si fuera recien hecha. Los murales tienen un muy buen trabajo de construcción y eso es claro en los rostros. Desgraciadamente los trabajos de restauración han sido malos y eso en vez de enaltecer el lugar lo hace ver mal. Algo curioso de este lugar, es que las tropas que lo conquistaron iban al mando de una mujer de nombre "María Estrada", a quien en pago por sus labores se le da Tetela como encomienda al igual que Hueyapan.
Hueyapan:
Se encuentra en el punto más cercano al volcán. Sólo sobrevive su fachada austera. El abandono del templo lo llevó a su cierre ulterior . Se dice que conserva su retablo barroco.
Ahora quiero hacer énfasis a un convento que si bien no se encuentra en Morelos, sino en Hidalgo, corresponde al mismo estilo y tiempo de construcción.

Ixmiquilpan, Hidalgo, Iglesia de San Miguel Arcángel:
Los Otomíes se extendieron a lo largo del estado de Hidalgo. Ellos como los que están en el municipio de Ixmiquilpan (quienes se autonombran Hñähñu) conservan muchas de sus tradiciones que se basan en el profundo respeto a la naturaleza. Es por eso que se encuentra mucha veneración a "Zidada Hyadi" el "venerado padre Sol", quien comparte méritos con "Zidada Hesu" "venerado padre Jesús". Y por supuesto no hay que olvidar a "Zinänä", la Luna quien se entiende como la Virgen María.
La primeras labores de evangelización fueron llevadas a cabo entre 1531 y 1540 por los franciscanos. En 1548 los agustinos aprovaron la fundación de dos conventos, uno en Actopan y el otro en Ixmiquilpan. Ambos conventos fueron construidos bajo la dirección de Fray Andrés de Mata a partir de 1550. La combinación de diferentes estilos como el gótico, el plateresco, el renacimiento clasicista y también un poco de mudejar se encuentran visibles en ambos lugares. Sus claustros no sólo sirvieron de residencia a frailes, sino que también fueron internados para que los hijos de la nobleza recibieran una educación cristiana. También fueron cárceles donde los indígenas apóstatas (que negaban la fe de Jesucristo) eran encerrados por meses e incluso años, sometidos a un proceso de adoctrinamiento forzado. A pesar de todo eso, las antiguas creencias otomíes no fueron del todo erradicadas, y por ejemplo aún a mitad del siglo XVI hacían ceremonias clandestinas que incluían sacrificios humanos. Tal vez una de las razones de ésto, aparte de la clara tenacidad otomí, era la falta de evangelizadores que hablaran su lengua, la gran mayoria hablaba náhuatl.
La "fusión" de ideas europeas e indígenas es clara en los murales que se encuentran en el interior de la iglesia. No se sabe a ciencia cierta cuándo fueron pintados, pero se cree que fue entre 1571 y 1570 cuanto los otomíes eran aliados de los españoles en las luchas de conquista contra los actuales estados de Guanajuato y Querétaro, lo cual también podría explicar el porqué de los temas de guerra.

Los murales fueron realizadas al Temple (una mezcla de mucho polvo de color muy fino conbinada con agua destilada y yema de huevo). Algunos son de clara inspiración europea, en especial por que muestran un estilo llamado "grutesco" (se le da ese nombre durante el renacimiento cuando los artistas bajaban a ciertas excavaciones que parecían grutas, para copiar las decoraciones del lugar) que combina elementos humanos, animales, vegetales y arquitéctonicos en composiciones llenas de capricho y fantasía. En la decoración mural sobrasaliente de la iglesia de San Miguel que se desarrolla desde el pie de la nave hasta el presbiterio en ambos lados de ésta, hay volutas de entre las cuales luchan guerreros indígenas con indumentaria y arma de tipo prehispánico. Los del lado septentrional toman prisioneros (hombres y hombres-planta, de inspiración grutesca) o matan a sus adversarios. En el lado meridional , los guerreros luchan al lado de hombres-animal-planta, los cuales van armados con escudo, arco y flechas.Las interpretaciones de estos murales han sido diversas durante el paso del tiempo. Una de ellas dice que es posible que estos guerreros representes luchas entre el bien y el mal y la protección divina. Aunque si se toma en claro la vasta existencia de motivos prehispánicos como águilas sobre nopales, águilas frente a jaguares, vírgulas de la palabra que representan el signo agua-incendio métafora de la guerra, la toma de prisioneros, asiéndolos de los cabellos, las banderas sostenidas por águilas y guerreros humanos, las armas y trajes de algodón, escudos, macanas y flechas, es difiícil creer que tengan un mero concepto religioso europeo.Las pinturas en los tímpanos del sotocoro y el friso bajo hacen referencia a la guerra y a su importancia en el sostenimiento del orden cósmico. Cada vez que un sacerdote celebraba el sacramento de la eucaristía elevaba un cáliz lleno de sangre de Cristo hacia el águila solar, pintada en la bóveda del presbiterio. Así, el santo sacrificio de la misa había suplido el sacrificio de los prisioneros de guerra para asegurar el renacimiento cíclico del numen solar. Y así la adoración de Zidada Hyadi también se convirtió en la de Zidada Hesu.

Ixmiquilpan es por demás un lugar de mucho interés para los amantes de los conjuntos conventuales. La riqueza iconográfica del lugar lo hace el más bello de todos. Vale la pena darse una vuelta por allá y por todos los ya mencionados. México es un país rico en muchos aspectos y creo que es importante que todos estemos concientes de ellos y nos preocupemos por la conservación y difución de nuestro patrimonio cultural.

Lista de ilustraciones: 1. Carlos I (V en Alemania) y Felipe II. Autor desconocido. Óleo sobre tabla. Principios del s. XVII. Castillo de Chapultepec. 2. Teocalli (Teo= Dios, Calli= Casa) de Templo Mayor. 3. Columnas con arcos de medio punto que rodean un huerto en un convento de la "Ruta del Volcán". 4. Interior del convento de Yecapixtla. Nótese la docoración en su bóveda de cañón corrido. 5. Portada principal de la iglesia en Tlayacapan. 6. Rosetón gótico en la iglesia en Yecapixtla. 7. Púlpito tallado en piedra, Yecapixtla. 8. El cristo es de estilo Tequitqui. Nótense sus brazos toscos y desproporcionados si se compara con el tamaño del cuerpo. 9. Iglesia en Atitalaquia Hidalgo, con muestras de estilo Tequitqui en su fachada. Nótese la proporción de las manos. 10. Cristo. Madera estofada. 11. Fachada de la Iglesia de San Miguel Arcángel, Ixmiquilpan. Contiene en su mayor parte elemntos indígenas. Del lado derecho se ve un escudo meridional con la representación de un agua-cerro, métafora para el señorío, probablemente el Cerro de la Serpiente, lugar sagrado relacionado con el nacimiento del Sol, los mitos de origen y los templos. Hay un camino sobrepuesto en él, indicado por huellas de pies humanos. Flanquean un águila y un jaguar, ambos con penachosy escudos (alusión al enfrentamiento cósmico día-noche y a la guerra). Del lado derecho se ve un escudo septentrional. Muestra un águila solar, que lleva un penacho de plumas y una bandera europea, se posa en un signo agua-cerro con verdolaga y nopal, flanqueado por dos jaguares con escudos y macanas. 12. Friso en la parte superior de los muros de la nave. Se inspira en los grutescos renacentistas que llegaron en libros impresos. En el círculo derecho, se aprecia el escudo de los agustinos, un corazón atravesado por tres flechas y un sombrero obispal. Por la combinación del conjunto de signos, se ve que el mensaje es esencialmente cristiano. 13. Mural meridional de la nave, los guerreros indígenas luchan a lado de hombres-animal-planta, los cuales van aramados con escudo, arco y flechas. 14. Friso en la parte inferior. Se ve la combinación de los signos guerreros indígenas y las formas caprichosas de los grutescos, de inspiración grecorromana. El mensaje es esencialmente indígena. 15. Pintura mural. Se ve un guerrero que sostiene la cabeza decapitada de una víctima de guerra. Grutesco hombres y hombres-planta. 16. Fachada barroca del siglo XVII de la iglesia de Atitalaquia Hidalgo del siglo XVI.

4 comentarios:

The Fish out of Water dijo...

Hey Nerpus
Neta que la siguiente vez que vaya a esos conventos te voy a llevar conmigo como mi guía para que me expliques todo lo que dices en esta entrada... no manches, hay un chorro de detalles que pasan desapercibidos al ojo común si no te sabes la explicación de lo que estás viendo, o si un experto como tú no te la dice.
No cabe duda de que andamos muy ignorantes en cuando historia general de México se refiere, y de paso también en historia del arte.
Antesriormente yo visité algunos de esos conventos, en especial los de Yeca y Tetela pero no les encuentras mucho chiste si nadie te explica el valor arquitectónico, artístico e histórico de lo que encuentras en ellos.
Y solamente hay que leer cosas como las que escribes para que a uno le den ganas de volver a ir y "re-examinar" todo a la nueva luz.
Así que ya sabes, hay que lanzarnos los dos a la ruta de los conventos de mi estado natal Morelos pa'que me digas qué ondas con los elementos góticos y renacentistas de Tlayacapan, el estilo tequitqui de Yeca y los murales de Tetela, lugar al que adoro porque ahí trabajé un tiempo y porque es, en mi opinión, un lugar super hermoso con gente de gran calidad.

Licery dijo...

Hola Osgard :)

Sorprendente tema este de los conventos.....

Cuando he ido a visitar algún convento jamás he puesto sufuciente atención a cada detalle de la decoración. Coincido con tu amigo The fish......Si no vas con alguien que sepa y además tenga el tiempo suficiente para explicar con palabras comunes (porque aveces los guías creen que todos sabemos igual que ellos y utilizan términos técnicos que tenemos que buscarlos en el diccionario)las simples personas mortales como yo, no entendemos ni nada.

Que buena onda que utilices tu tiempo en escribir todo esto y además dar una explicación tan chida de los porqués de la existencia de tanta cosa bella. MUCHAS MUCHAS GRACIAS AMIGUITO.

SALUDOS :)

Oscar Barragán dijo...

Saludos Fish:
¡¡Por supuesto que sí vamos a recorrer la ruta!! Hubo algunos lugares a los que ya no pude ir y me gustaría visitar. Sólo es cosa de ponernos de acuerdo. Y no soy un experto aunque no suena mal, jejeje.
Erika:
No tienes que agradecer nada, recuerda que antes que otra cosa, escribo para darme gusto. Pero de nada.

Richard Perry dijo...

Que bueno

http://colonialmexico.blogspot.com